Es el resultado de una reacción química de combustión (oxidación-reducción) entre un combustible y el oxígeno (comburente) con un aporte de calor (foco de ignición), generando humo, gases, residuos sólidos (productos de la combustión), y una reacción en cadena.
Para que exista un fuego deben concurrir la existencia de los siguientes elementos:
“Triángulo del fuego”: la suma de combustible, comburente y el foco de ignición
“Tetraedro del fuego”: la suma de combustible, comburente, el foco de ignición y la reacción en cadena
El riesgo de incendio viene determinado por la probabilidad de iniciarse y las consecuencias que se deriven del mismo.
Para que no exista un incendio se debe eliminar uno o más de los cuatro elementos (combustible, comburente, calor y reacción en cadena), preferentemente se actuará en la eliminación del combustible y de la energía de activación (calor).
Los resultados de la combustión son: humo, llama, calor y gases (el principal gas y el que constituye la mayor amenaza en los incendios es el monóxido de carbono).
Peligros a los que se ven sometidas las personas afectadas por un incendio:
Para evitar la exposición a los gases tóxicos provocados por un incendio, como medida de prevención será respirar el aire a nivel del suelo, caminar a gatas y proteger la nariz y la boca con un pañuelo húmedo.
Detectar un incendio es descubrir lo antes posible la existencia de fuego en un lugar determinado, pudiendo ser automática o humana
Los pulsadores de alarma se situarán de modo que la distancia máxima a recorrer, desde cualquier punto que deba ser considerado como origen de evacuación, hasta alcanzar un pulsador, no supere los 25 m.
Los pulsadores se situarán de manera que la parte superior del dispositivo quede a una altura entre 80 cm y 120 cm.
El equipo de control e indicación estará diseñado de manera que sea fácilmente identificable la zona donde se haya activado un pulsador de alarma o un detector de incendios.
Tanto el nivel sonoro, como el óptico de los dispositivo acústicos de alarma de incendio y de los dispositivos visuales, serán tales que permitirán que sean percibidos en el ámbito de cada sector de detección de incendio donde estén instalados.
Se instalarán:
El sistema de comunicación de la alarma, gestionado por el equipo de control e indicación, permitirá transmitir señales diferenciadas, generadas de forma:
Cuando las señales sean transmitidas a un sistema integrado, los sistemas de protección contra incendios tendrán un nivel de prioridad máximo
Una vez detectado el incendio hay que planificar la extinción por medios de lucha contra fuegos.
Para eliminar el incendio debemos eliminar uno de los 4 factores clave.
Métodos de extinción
Estará formado por:
Equipo autónomo que contiene un agente extintor, que debido a la presión que se produce en el interior puede ser proyectado y dirigido sobre un fuego. Dicha presión puede producirse por:
Para extinguir incendios en instalaciones eléctricas, se recomienda desconectar la fuente de energía eléctrica y proceder a la extinción con el agente extintor adecuado al material en combustión
Los extintores, según el Reglamento de Recipientes a Presión, deben ir provistos de:
En los locales de riesgo medio o bajo, la distancia que se debe recorrer horizontalmente desde cualquier punto de un local o zona protegida al exterior adecuado, no será superior a 15 metros.
En los locales de riesgo alto (superficie menor 100 m2), la distancia no será superior a los 10 metros
El usuario de un extintor de incendios, para conseguir una utilización del mismo mínima eficaz, teniendo en cuenta que su duración es aproximadamente de 8 a 60 segundos según tipo y capacidad del extintor, tendría que haber sido formado previamente sobre los conocimientos básicos del fuego y de forma completa y lo más práctica posible, sobre las instrucciones de funcionamiento, los peligros de utilización y las reglas concretas de uso de cada extintor.
Como se ha visto anteriormente, en la etiqueta de cada extintor se especifica su modo de empleo y las precauciones a tomar. Pero se ha de resaltar que en el momento de la emergencia sería muy difícil asimilar todas las reglas prácticas de utilización del aparato.
Dentro de las precauciones generales se debe tener en cuenta:
En caso de incendio de líquidos proyectar superficialmente el agente extintor efectuando un barrido evitando que la propia presión de impulsión provoque derrame del liquido incendiado.
Aproximarse lentamente al fuego hasta un máximo aproximado de un metro.
Antes de usar un extintor contra incendios portátil se recomienda realizar un cursillo práctico en el que se podrían incluir las siguientes reglas generales de uso:
Sistema de bocas de bocas de incendio equipadas –BIE-
Las BIE pueden estar equipadas:
La toma adicional de 45 mm de las BIE con manguera semirrígida, para ser usada por los servicios profesionales de extinción, estará equipada con:
Los diámetros de mangueras solo se admitirán:
Sistema de columna seca.
Los hidrantes contra incendios serán del tipo de:
Deberán estar situados en lugares fácilmente accesibles, fuera de espacios destinados a la circulación y estacionamiento de vehículos y debidamente señalizadas.
El caudal ininterrumpido mínimo a suministrar por cada boca de hidrante contra incendios será de 500 l/min
Los sistemas de control de calor y humos limitan los efectos del calor y de los humos en caso de incendio. Estos sistemas pueden extraer los gases calientes generados al inicio de un incendio y crear áreas libres de humo por debajo de capas de humo flotante, favoreciendo así las condiciones de evacuación y facilitando las labores de extinción.
Las mantas ignífugas son láminas de material flexible destinadas a extinguir por sofocación pequeños fuegos
Deberán:
El emplazamiento permitirá que sean fácilmente visibles y accesibles Situadas próximas a los puntos donde se estime mayor probabilidad de uso
Todos los sistemas de detección y alarma de incendios, así como todos los sistemas contra incendios deberán llevar el marcado CE de conformidad con la norma UNE correspondiente a cada sistema.
Alumbrado de emergencia.
Las instalaciones destinadas a alumbrado de emergencia, deben asegurar, en caso de fallo del alumbrado normal, la iluminación en los locales y accesos hasta las salidas, para garantizar la seguridad de las personas que evacuen una zona, y permitir la identificación de los equipos y medios de protección existentes.
Responsables y equipos En el plan se indican los distintos equipos que actuarán en caso de producirse la emergencia. Algunos de estos equipos son: equipos de primera intervención, equipos de segunda intervención, equipo de alarma y evacuación o equipo de primeros auxilios. 4. Equipos de primera intervención. Funciones Equipo de segunda intervención: personal nombrado y entrenado específicamente para actuar cuando se rebasa el nivel de conato y de intervención del equipo de primera intervención, hasta la llegada de los bomberos (S.E.I.S.).
Responsables y equipos 4. Equipos de primera intervención. Funciones Todos los profesionales que detecten una emergencia actúan, en un primer momento, como equipo de primera intervención
Las funciones del equipo de primera intervención son: • Avisar al Centro de Coordinación (mediante Tfno o pulsador), si detecta una emergencia. • Impedir actuaciones que constituyan un riesgo • Conocer y mantener accesibles las vías de evacuación y salida. • Conocer las instalaciones de lucha contra incendio de su zona y la actuación en primeros auxilios. • Informar de las deficiencias que perciba.
Actuar con un extintor adecuado, cercano al lugar, sin exponerse físicamente. • Evitar la propagación del incendio cerrando puertas y ventanas. • Colaborar, como equipo de ayuda y evacuación, cuando finalice su cometido como EPI. • Colaborar en el restablecimiento del servicio.
Con respecto a la causa probable de muerte en un fuego, 2 de cada 3 víctimas son debidas a la inhalación de los humos producidos en los incendios.
La Nota Técnica de Prevención (NTP) 436 -Cálculo estimativo de vías y tiempo de evacuación- del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo – INSHT- , expone que el plan de emergencia de cualquier centro de trabajo plantea el doble objetivo de proteger a las personas y a las instalaciones ante situaciones críticas, minimizando sus consecuencias. La mejor salvaguarda para los ocupantes ante una emergencia es que puedan trasladarse a un lugar seguro, a través de un itinerario protegido y en un tiempo adecuado, esto es, realizar una evacuación eficiente. La citada Nota Técnica pretende exponer los parámetros a considerar para conseguir con éxito una evacuación. Para ello, aborda el estudio a través de los siguientes aspectos:
Si se plantea un itinerario cualquiera de evacuación, antes del estudio de optimización se debería poner atención en los siguientes conceptos generales extractados de la Norma Básica de la Edificación NBE-CPl/96.
Origen de evacuación: Cualquier punto ocupable. Excepción de los recintos de densidad de ocupación baja y superficie menor de 50 m2, cuyo origen de evacuación es su puerta.
Recorridos de evacuación: Longitud real sobre el eje de pasillos, escaleras y rampas.
Altura de evacuación: Diferencia de cotas de evacuación entre la del origen y la de salida del edificio. Para evacuación no se consideran las escaleras mecánicas, rampas móviles y aparatos elevadores, excepto las rampas móviles con dispositivo de parada automática por sistema de detección y alarma.
Rampas: Son consideradas como los pasillos con una pendiente que no deberá ser mayor que el 12 % cuando su longitud sea menor que 3 m, que el 10 % cuando su longitud sea menor que 10 m o que el 8 % en el resto de los casos.
Recinto: Espacio cerrado y formado por elementos constructivos separadores. Puede abarcar diversas plantas pero constituye un sector de incendio.
Establecimiento: Concesión de dominio sobre la utilización de un inmueble. Todo él dentro de un edificio será un sector de incendio diferenciado.
Espacio exterior seguro: Es el lugar de la vía pública dentro de una zona delimitada con un radio de distancia de la salida de edificio de O,1 P metros, siendo P el número de ocupantes. Si el espacio exterior no está comunicado con la red viaria o con otros espacios abiertos no será preciso computar la superficie necesaria dentro del radio de distancia antes citado pero habrá que excluir una franja de quince metros desde la fachada. Este espacio se determina a razón de 0,5 m 2/ persona como mínimo. Ver también salida de edificio.
Salida de recinto: Es una puerta o un paso que conducen directamente o no a la salida de planta y del edificio. Un recinto puede disponer de una única salida, si su ocupación es menor de 100 personas, no existen recorridos para más de 50 personas que precisen salvar en sentido ascendente una altura de evacuación de más de dos metros y ningún recorrido hasta la salida debe ser mayor de 25 m en general. Una planta puede disponer de una única salida si además de cumplir las condiciones anteriores, su altura de evacuación no es mayor que 28 m.
Si un recinto o planta deben tener varias salidas se verifica que: desde cualquier origen hasta alguna salida el recorrido es menor de 50 m y desde todo origen de evacuación hasta algún punto con al menos dos recorridos alternativos no tenga más de 25 m.
Salida de planta: Puede ser el arranque de una escalera que conduce a una planta de salida del edificio, siempre que esta no tenga un ojo o hueco central con un área en planta mayor que 1,3 m 2 y no comunique con otras inferiores a través de huecos verticales además de las normales de las escaleras.
Es también una puerta de acceso a una escalera o a su vestíbulo previo, a un pasillo protegido, siempre que cumpla con la normativa específica y que conduzcan a una salida de edificio.
Es la puerta de acceso a otro sector, con las condiciones de que el primer sector tenga otra salida de planta o una puerta de acceso a un tercer sector y finalmente a una salida de edificio. Las dos salidas del primer sector no conducirán a un sector común para los dos recorridos optativos. Los espacios a los que se accede, dentro de 30 m de recorrido de evacuación desde la puerta considerada disponen como mínimo de 0,5 m2 por persona asignada a dicho recorrido.
Salida de edificio: Puerta o hueco utilizable como paso a un espacio exterior seguro. Si el espacio exterior seguro no tiene capacidad para todos los ocupantes se podrá buscar otro espacio adicional capaz con la condición de que el recorrido sea menor que 50 m y cumpla con la normativa específica.
Además, la NTP comentada contempla los Tiempos de evacuación, el Cálculo de vías de evacuación y su aplicación práctica, y el Cálculo de los tiempos de evacuación.
En general, se pueden indicar como normas a tener en cuenta en una evacuación en caso de incendio las siguientes:
En la literatura especializada suele señalarse que un hospital no es evacuable y, aunque esto es defendido por la mayoría de los expertos, lo cierto es que puede llegar a necesitarse, aunque sea como última medida.
Precisamente por la dificultad que comporta, es por lo que se hace más necesario tener preestablecida una posible evacuación. La razón argumentada a veces de la no posibilidad de evacuación de un Hospital no debe ser utilizada para no planificar la misma, por cuanto, pese a su dificultad y a sus consecuencias, puede evitarse que la catástrofe sea mayor.
La evacuación total de un Hospital es, además de difícil, improbable, pero no las evacuaciones parciales o traslados a otras zonas no afectadas, por lo que cada área del Hospital deberá contar con su propia sistemática de evacuación. Naturalmente dicha sistemática será diferente en algunas áreas del Hospital, como las Unidades de Cuidados Intensivos, Neonatología, Hospitalización de Traumatología, etc. Al menos las Unidades de pacientes críticos y los bloques quirúrgicos deberán disponer de sus sistemáticas especiales de evacuación.
Si se desea que la evacuación sea verdaderamente eficaz, hay que partir de dos premisas fundamentales: que sea ordenada y que se sigan vías preestablecidas. Ello viene determinado, en principio, por el escaso o limitado tiempo con el que se cuenta, y por la necesidad de solventar las reacciones de pánico que suelen provocar los siniestros.
Como norma general de actuación debe recordarse, una vez más, el principio básico de la Medicina de Catástrofes, en el sentido de primar el interés colectivo frente al individual.
En toda sistemática de evacuación han de constar, al menos:
Las personas responsables de la evacuación serán el personal de cada Unidad y el de otras áreas que designe el Comité de Catástrofes. Este personal estará perfectamente identificado mediante tarjeta.
El personal permanecerá en su puesto de trabajo hasta recibir órdenes de la persona que dirija la evacuación y solo de esta. Para realizar una adecuada evacuación deberán seguirse las siguientes recomendaciones:
Prioridades en la evacuación
Se evacuarán siempre primero los enfermos, y luego los bienes materiales, comenzando por la documentación y siguiendo por los que puedan contribuir a agravar el siniestro y por los que puedan ser necesarios para la asistencia a los afectados. Para la movilización de los pacientes será necesario que se encuentren en peligro vital inminente y perfectamente estables.
Como criterio general en la evacuación de los enfermos se define el siguiente orden:
Dependiendo del lugar en que se produzca el siniestro se establecerá la preparación de los enfermos, el personal interviniente, la forma de traslado de los enfermos, la ruta de evacuación, la recepción de los evacuados y el control del proceso de evacuación.
A) Preparación de los pacientes para la evacuación
Hay que partir del hecho de que el paciente evacuado debe poder ser identificado posteriormente para proseguir cuidados y atención médica en la zona de seguridad o en otro hospital. Conviene tener en cuenta, igualmente, que el paciente puede no estar en condiciones de ofrecer su filiación, por lo que ha de procederse a otorgar a los pacientes algún dato para su identificación.
La identificación de los pacientes dependerá fundamentalmente del tiempo de que se disponga para la evacuación. No obstante, debe estar prevista de antemano, sin que pueda dejarse a la improvisación. Como recomendación, se aconseja disponer de una pegatina, brazalete o pulsera en la que se identifique, al menos:
La consignación de estos datos será realizada por el Personal de Enfermería y, por supuesto, dependerá del tiempo de que se disponga, por lo que puede ir desde consignar simplemente el número de cama a preparar toda la historia clínica completa.
B) Personal que participará en la evacuación
El personal obligado a participar en la evacuación es en principio el de la propia Unidad que se evacue. Además, todo el personal del centro podrá ser
designado por el Comité de Catástrofes, aunque no dependa de la Unidad que se evacue.
Es recomendable que el personal que participe en la evacuación esté identificado; para ello se sugiere el portar un brazalete con distintivos. Sus funciones serán trasladar enfermos hasta la zona de seguridad señalada.
C) Técnicas de traslado
La elección del método de traslado de enfermos estará en función del estado y patología del paciente, edad, etc. Los traslados de enfermos pueden realizarse en horizontal o en vertical. Toda evacuación supone, en principio, un traslado en horizontal, y puede ser realizada en la propia cama del enfermo. Si se trata de una evacuación mediante traslado en vertical, la utilización de camas o sillas queda descartada. La elección del método de traslado será realizada por el Facultativo responsable de la Unidad y en su ausencia por el/la Supervisor/a de la misma.
D) Seguridad en los centros sanitarios. Actuación de los Celadores/as
En los establecimientos sanitarios existen numerosas instalaciones y se desarrollan distintas actividades que pueden ocasionar un incendio o una explosión. A dichos riesgos debe sumarse, como una posibilidad, el que en la vecindad, o en el propio edificio estén ubicadas industrias o actividades que pudieran sufrir uno de tales riesgos, y que los mismos pudieran propagarse
causando daños al establecimiento sanitario.
Los planes de emergencia pretenden con su implantación optimizar la utilidad de los recursos técnicos y humanos disponibles, con el objetivo de controlar con rapidez la evolución de la emergencia y minimizar sus consecuencias. En un plan de autoprotección se pretenden los mismos objetivos pero además se incluye el de implantación de medidas de prevención que reduzcan la probabilidad de inicio de emergencias.
Los conceptos de accidente y emergencia están muy ligados entre sí, pudiendo definirse como sucesos inesperados y no deseados que interrumpen el desarrollo normal de una actividad. En algunos casos solo entrañan consecuencias económicas pero en otros pueden ocasionar daños a personas. Algunos son de evolución rápida, como puede ser la muerte de alguien por electrocución o explosión. Otros pueden ser de evolución más lenta como un incendio o sequía. El desarrollo de actividades lleva implícito una serie de riesgos que con el paso del tiempo pueden dar lugar a accidentes que ocasionarán situaciones de emergencia.
Las medidas contra los accidentes-emergencias son: la prevención, la protección y la reparación. Podemos definir la prevención como el conjunto de medidas tendentes a que no se produzcan situaciones no deseadas, la protección como el conjunto de medidas que intentan neutralizar la emergencia producida y la reparación como el conjunto de medidas tendentes a reparar los daños ocasionados por un accidente.
En un establecimiento sanitario las emergencias pueden ser muy variadas pudiendo ir desde una situación de catástrofe externa que pueda ocasionar la llegada de numerosos enfermos o heridos, pasando por situaciones potenciales de emergencia interna como una alarma de bomba o también los posibles accidentes que puedan originarse por las instalaciones o actividades que se desarrollan en el propio establecimiento.
Son todos los recursos técnicos y humanos del establecimiento, así como la cantidad y calidad de tiempo de intervención de las ayudas externas para la actuación en una situación de emergencia.
Los recursos técnicos internos para la lucha contra incendio y evacuación se pueden concretar en:
Según el factor de gravedad de las mismas se pueden subdividir en:
Las distintas emergencias requerirán la intervención de personas y medios para garantizar en todo momento:
Debe asegurarse la alerta a una persona formada que pueda evaluar la emergencia y movilizar a los equipos necesarios para la intervención según la gravedad.
a. Por levantamiento: Es el método más eficaz y rápido que se puede aplicar (si no se pudiera con camas o sillas), es cómodo y seguro para el paciente. Ante un paciente de poco peso o en el caso de niños puede ser realizado por una persona .En el caso de adultos o personas con un peso más elevado se realizará por dos personas, bien por levantamiento a hombros o modo silla.
b. Por arrastre directo: está indicado cuando hay mucho humo, son imposibles de utilizar en evacuación vertical, requieren gran esfuerzo y algunos son lentos y requieren entrenamiento. Arrastre simple y Arrastre de bombero.
Se requiere una formación previa del personal que lo va a ejecutar, es lento y trabajoso y se necesita un gran esfuerzo. Está indicado cuando existe mucho humo en caso de incendio. Es inviable en evacuaciones verticales. El arrastre se debe realizar o bien por las muñecas o por las axila de los pacientes. En caso de arrastre con manta se requerirán una o dos personas dependiendo del peso del paciente.
c. Por arrastre con silla: son rápidos, son bastante confortables para los pacientes pero no se pueden utilizar, generalmente, para la evacuación vertical.
Es muy dificultoso en evacuaciones verticales. Es un método bastante cómodo y rápido en evacuaciones horizontales, lo pueden realizar una o dos personas dependiendo del peso corporal del paciente.
d. Por arrastre por colchón: son seguros y confortables, las vías de evacuación deben ser amplias y se necesita un gran esfuerzo físico. Es lento y complicado de ejecutar, aunque es confortable para el paciente y bastante seguro, no recomendable en evacuaciones verticales.
Las indicaciones que recogemos se refieren a la actuación establecida por un hospital en concreto y por lo tanto deben entenderse como referencia de sus posibles actuaciones en cualquier centro hospitalario.
Al recibir la alerta sus misiones serán:
Para atender las siguientes necesidades: